Huertos de Lluvia: Cómo aprovechar el agua pluvial en el huerto
Los huertos de lluvia son áreas depresionales con cultivos que absorben el agua de las precipitaciones. Para ello, deben estar estratégicamente colocados para captar el agua de escorrrentía procendente de tejados, caminos y otras superficies impermeables. El terreno se llena con una lámina de unos centímetros de agua, lo que permite que una parte importante del agua de lluvia se filtre a capas más profundas,y pueda seguir su ciclo natural, evitando que llegue a los alcantarillados. En este artículo os daré algunos consejos para crear vuestro huerto de lluvia.
¿Dónde ubico mi huerto de lluvia?
La localización es uno de los aspectos más importantes, pues de ella dependerá que el huerto capte o no el agua de lluvia. En este sentido, deben estar ubicados de tal manera que capten el agua proveniente de superficies impermeables tales como escaleras, bajadas, tejados, etc. por lo que deberás examinar la parcela para localizar estas zonas.
Además deberás asegurarte de que el suelo donde lo vayas a implantar no sea demasiado arcilloso, ya que, de ser así, tenderá a encharcarse pues su tasa de infiltración es muy baja.
Para saber si tu suelo es arcilloso o no, debes coger un puñadito de tierra, humedecerlo y tratar de hacer una bola. Si la bola se desmorona o eres incapaz de hacerla, se trata de un suelo con un porcentaje relativamente alto de arena, por lo que tendrá una buena capacidad de infiltración.
Por el contrario, si la bola es pegajosa, suave y fácil de trabajar se tratará de un suelo arcilloso, con tendencia al encharcamiento, por lo que sería recomendable que realizaras una mezcla con arenas o que incorpores drenajes.
Dónde NO localizar huertos de lluvia
- Sobre redes de saneamiento o pozos sépticos. Distanciarlo al menos 15 cm.
- Sobre instalaciones de poca profundidad, servicios de gas, luz, teléfono, agua…
- Cerca de pendientes pronunciadas, ya que el agua puede causar deslizamientos de tierra.
- A menos de 3 m de la cimentación de los edificios circundantes.
- Donde el agua subterránea esté a 30 cm del jardín de lluvia.
- Zonas donde exista una capa impermeable subterránea que impida la filtración.
Construcción de huertos de lluvia
Dimensiones y profundidad
Las dimensiones del huerto de lluvia vienen determinadas por la superficie total impermeable de la que procede el agua de escorrentía, y normalmente se establece en un 7 a un 20% de ésta. Esta sería al menos la superficie necesaria para recoger el agua de lluvia procedente de esas superficies, pero puedes ampliarla.
El lecho de plantación debe estar entre 15 y 20 cm por debajo del nivel del suelo y el borde de este desnivel no debe tener ningún tipo de obstáculo que impida el paso del agua.
Enmiendas de suelo
Además del desnivel que debemos crear para el lecho, es recomendable que se remuevan los 30 cm siguientes de suelo para realizar una serie de enmiendas que contribuyan a mejorar la estructura y propiedades del terreno y permita un crecimiento saludable de las plantas. Debes prestar atención a que el lecho este nivelado en todas direcciones para evitar acumulaciones de agua irregulares.
Una vez nivelado, debes incorporar una capa de unos 8 cm de arena, otra de 5 cm de compost o abono orgánico y otra de 3 cm de tu suelo y mezclarlo lo más homogéneamente posible, allanando posteriormente el terreno. Si el suelo es el adecuado y has realizado una buena mezcla no tiene por qué producirse encharcamientos que influyan en el desarrollo del cultivo.
Retención de taludes
Al excavar la zanja corremos el riesgo de que los laterales se desmoronen. Para evitarlo podemos construir una estructura de retención con listones de madera, materiales plásticos o piedras.
Otra solución pasaría por crear taludes con pendientes menos acusadas donde sembrar grama u otro tipo vegetación que contribuya a sostener los laterales, aumentando así la biodiversidad del huerto y su riqueza ecológica. Podemos aprovechar para sembrar especies que puedan servir de reservorio de enemigos naturales o polinizadores, contribuyendo al sostenimiento del equilibrio ecológico en el cultivo.
Selección del cultivo
Un huerto de lluvia bien construido no difiere de uno convencional, por lo que, como siempre que se va a establecer un cultivo o un jardín, debes tener en cuenta las condiciones ambientales de la zona como las temperaturas, la humedad relativa, la insolación, la época del año, el tipo de suelo, etc. A partir de ahí, dispones de una amplia gama de cultivos entre los que elegir. Por supuesto, deberás realizar un mantenimiento adecuado del mismo y complementar con riegos en las épocas de escasez de lluvias.
Como veis, la reducción y sustitución de los paisajes naturales por ciudades modifica la dinámica del agua y su composición. La incorporación de huertos y jardines de lluvia pude contribuir de manera importante a la reducción de la escorrentía de aguas pluviales, protegiendo la calidad del agua y ayudando a que ésta siga su ciclo natural. ¡Así que atreveos a montar vuestro huerto de lluvia en casa!
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 16/06/2019