Una huerta tradicional: visitando LA HUERTA DE JOSÉ
Muy buenas a todos y bienvenidos a este artículo sobre una huerta tradicional tan especial para mí. Hoy me toca hablar de “mi padrino” de huerta José y la master class de manejo de huerta que me dio allá por el mes de Marzo de 2014.
José es un agricultor natural de La Pueblanueva y desde pequeño tengo su recuerdo entrando en casa con auténticas montañas de tomates que sabían a tomate (valga el topicazo), cebollas cómo puños, calabacines cómo brazos etc. Los cuales acababan transformándose en exquisitos gazpachos y conservas. De ahí que cuando empecé con mi huerta no dudara ni un instante en llamarle para que me explicara un poco todo, por dónde empezar, qué sembrar, que hacer etc. Ya que él es un auténtico decano en la materia al llevar muchísimos años produciendo productos sanos y de calidad suprema.
La huerta tradicional de José
Cuando le comenté que iba a empezar con un huerto, mi querido padrino no tardó ni un segundo en citarme en su casa para acercarnos a su huerta y así emprendimos, en su mítica C15, el viaje hacia las vegas del río Tajo, tierras regadas por el agua del embalse de Castrejón a unos 20 minutos de mi pueblo.
Esos huertos son otro rollo totalmente diferente al que estáis habituados a ver en esta web. No hay bancales elevados, ni grafitis, ni nada que dote al huerto de ese rollo urban warden guaper que es lo que se lleva ahora. La huerta de José está compuesta de una caseta para aperos y semillas y un terreno dividido en varias parcelas en función de la canalización de agua (los cultivos que necesitan más agua están más cerca de la acequia de riego) y la rotación de cultivos elaborada por el propio horticultor (más o menos 1/3 de la tierra descansa en barbecho un año mientras el resto del huerto está en producción).
El terreno está ligeramente inclinado para favorecer el riego, que en este caso no es por goteo como estáis acostumbrados a ver ya que la extensión tan basta haría imposible ese tipo de instalación. El riego del huerto se hace por surcos, esto quiere decir que alrededor de los cultivos existe una depresión por la circula el agua y así cuando José habré la compuerta de la acequia cercana a su terreno, el agua circula libremente por esos canales hasta empapar por completo el perfil del suelo. Estos riegos están muy controlados en verano, existen turnos para que los agricultores de la zona rieguen a distintas horas y así hacer un uso responsable del agua del canal (el riego por surcos es menos eficiente que un gotero a la hora de ahorrar agua, pero puede ser una práctica no derrochadora si se hace correctamente).
Control de plagas y enfermedades en la huerta tradicional
El control biológico del huerto es también totalmente distinto al que se puede realizar en un huerto urbano. Estos horticultores rurales no se complican la vida en acabar con una plaga o una enfermedad, podría decir que su filosofía encaja perfectamente en el: “Más vale prevenir que curar” y por ello curan con herbicidas el suelo alrededor del cultivo para evitar que broten malas hierbas y con plaguicidas el propio cultivo para evitar la aparición de piojos, mosca etc…
Curar con productos químicos el huerto, no es mejor ni peor, daros cuenta que en una superficie grande que no está dividida en bancales elevados y no hay calles de paso entre los cultivos es más difícil planificar una defensa ecológica, plantando aromáticas, rosales, curando con jabón de potasa etc… Y resulta más simple (y posiblemente sea menos arriesgado) diluir un tapón de producto en una mochila dosificadora y dar una vuelta curando por el terreno.
Si queréis saber más entre las diferencias entre un huerto urbano y uno tradicional aquí os dejo el primer reportaje sobre la huerta de José:
A parte de las diferencias sobre el manejo, merece la pena visitar un huerto en una comunidad rural porque sus integrantes son gente sencilla y amable que conocen a la perfección las fechas de siembra de cada cultivo, su manejo y multitud de trucos y refranes para que podáis tener los mejores resultados. Los huertos en las ciudades están muy bien, pero sin ofender a nadie, ni por asomo tienen los conocimientos sobre huertas que pueden tener estas gentes, ya que ellos llevan allí toda la vida y conocen todo de todo al detalle.
Yo visité su huerta el 31 de Mayo de 2014 y me sorprendió muchísimo que ya hubiera un montón de calabacines y tomates por allí cuando yo por ejemplo aún ni tenía empezado el semillero. Durante el paseo de rigor me enseñó todos los cultivos junto a las fechas de siembra más recomendables para plantarlos y me dio muchos consejos para que todo saliera perfecto.
Si queréis ver la huerta en todo su esplendor tenéis el segundo reportaje:
Poco más, deciros que José también entiende muchísimo sobre árboles, su parcela estaba repleta de árboles frutales cómo perales o ciruelos, muchos de los cuales había injertado con diferentes técnicas para aumentar su producción o evitar alguna plaga. La verdad que me llamó mucho la atención y quizás algún día os cuente más sobre arboricultura e injertos.
Un saludo y no dejéis de disfrutar de las huertas tradicionales del pueblo.
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 02/03/2021