Cómo hacer germinados para ensaladas: Brotes tiernos saludables
Hola Agrohuerters! Hoy quiero hablaros sobre algo que está empezando a causar furor en las cocinas: los germinados de semillas, que también se conocen como brotes para ensaladas. Si te has preguntado cómo hacer germinados caseros, has dado con el artículo adecuado, vamos a verlo!
¿Qué son los germinados?
Los germinados, como su propio nombre indica, son semillas que están recién germinadas. Esta tendencia de consumir germinados viene de hace muchos siglos atrás, desde la antigüedad, aunque en aquella época las consumían más bien por los efectos medicinales. Actualmente es muy utilizada en los países asiáticos, y cada vez se está teniendo más en cuenta a la hora de cocinar en los países occidentales.
Se pueden obtener germinados de cualquier semilla, pero hay que tener cuidado porque algunos son tóxicos.
Por ejemplo en solanáceas como es el tomate, el germinado contiene toxinas, por lo que no se debe de consumir. Por supuesto tampoco se deben consumir germinados de plantas que ya sabemos que son tóxicas, porque tienen esas toxinas aún más concentradas.
Tipos de germinados
Los tipos de germinados indicados para el consumo son los que proceden de las siguientes semillas:
- Germinados de cereales: trigo, avena, quinoa, centeno, mijo y alforfón. ( Estos no deben ser consumidos por personas celíacas, ya que contienen gluten)
- Germinados de legumbres: alfalfa, lentejas, garbanzos, soja…
- Germinados de aromáticas: mostaza, eneldo, cilantro, anís o albahaca.
- Germinados de hortalizas: col, brócoli, rábano, puerro, cebolla, trébol, coliflor o rábano.
Cómo hacer germinados para ensaladas
Existen numerosas formas de hacer germinados.
Los 3 parámetros básicos e imprescindibles que deberás tener en cuenta para aprender cómo hacer germinados:
- Mantener la humedad constante
- Que la temperatura esté en torno a 25 ºC
- Oscuridad o semioscuridad, las semillas deben estar en un lugar con muy poca luz.
Recipientes para la germinación
Teniendo en cuenta estos parámetros, las semillas se pueden hacer germinar en multitud de sitios. Aquí os mostramos algunas opciones:
En un tarro de cristal: esto es lo más común. Se pueden lavar con agua las semillas o dejarlas durante unas horas en agua (sobre todo en legumbres). Se escurren bien y se guardan en el bote, en la base se puede poner una tela para que transpiren.
La transpiración es bastante importante porque necesitan renovar el aire sobre todo para evitar que aparezcan hongos.
A continuación, se deja en un lugar cuya temperatura se aproxime a los 25 ºC y en el que apenas haya luz. Cada día hay que sacarlas y enjuagarlas y volverlas a meterlas en el tarro. Así durante unos 5-8 días, depende del tipo de semilla y el tamaño que queramos de germinado.
El recipiente se puede tener algo inclinado para que el agua en exceso quede a un lado.. Para finalizar el proceso una vez que estén del tamaño deseado, se introducen en agua y las cáscaras que floten se retiran. Éstas se pueden consumir, pero a algunas personas les pueden resultar desagradables al paladar.
Este proceso se puede hacer en otros recipientes, como es el bolsas de cáñamo o lino, o semilleros.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta los parámetros anteriormente mencionados y seguir los pasos descritos para la germinación en tarro.
Otra opción es hacerlo en sustrato, pero realmente no interesa realizarlo de esta manera porque, los brotes terminan ensuciándose y no aporta ninguna ventaja.
Los únicos problemas que puede aparecer, es que muchas semillas aborten y por ello no germinen. El otro es que durante la germinación hay que estar muy atentos de que no aparezcan hongos, debido a la alta humedad que hay que mantener para este proceso.
Beneficios para la salud de los germinados o brotes de semillas
- Son muy nutritivos.
- Contienen una concentración muy elevada de enzimas que intervienen en muchos procesos de nuestro organismo, por lo que ayudan a neutralizar toxinas, aumentan nuestra energía y tienen altos beneficios para la regeneración celular.
- Contribuyen al mantenimiento de la flora intestinal.
- Tienen efectos muy positivos en el hígado, influye en su buen funcionamiento.
- Son una gran fuente de vitamina C.
Las ventajas de hacer los germinados tú mismo, es que ahorrarás en la cesta de la compra, ya que por el momento los venden a un precio un poco elevado, es muchísimo más barato comprar las semillas y hacer germinados caseros.
Por otra parte, no son necesarios grandes medios para hacerlas germinar y además lo hacen bastante rápido en general.
Otra ventaja es que siempre se consumen frescos, por lo que guardan todas sus propiedades y sabemos que no están contaminados con cualquier tipo de fitosanitario. Además son muy decorativos en el plato.
Recetas con germinados
Hay multitud de recetas en las que utilizar estos brotes, así como ensaladas, bocadillos, guisos etc.. El sabor que tienen es el mismo que el de la hortaliza a la que pertenece esa semilla, incluso personalmente me atrevería a decir que hasta es más intenso que el de la propia verdura adulta.
Os animo a que los probéis y los hagáis vosotros mismos, ya que hacer germinados es muy sencillo y rápido y además alegra mucho los platos. Para cualquier duda que tengáis durante el proceso de germinación no dudéis en dejárnosla en los comentarios. Un saludo y hasta la próxima!
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 26/03/2019