Cultivar tomates paso a paso: Cómo plantar tomates en el huerto
Ya hemos visto en varios artículos de la categoría «Cómo hacer un huerto» algunos de los aspectos más importantes de la planificación del huerto y las labores de cultivo. Ahora vamos a centrarnos en algunas de las plantas más cultivadas en el huerto para el consumo en nuestro hogar. Empezaremos, con este post, dando más detalles sobre cómo cultivar tomates en el huerto. Los tomates son la hortaliza es la más cultivada en España y una de las más utilizadas en la cocina.
Pero antes de aprender cómo cultivar tomates veremos cuáles son las características y requerimientos más importantes de esta planta.
Características y requerimientos del cultivo de tomate
El tomate es una solanácea de fruto (y, por tanto, bastante exigente en nutrientes), con una raíz principal corta y una gran «red» de raíces secundarias.
Esto debes tenerlo en cuenta para planificar las posibles asociaciones y rotaciones de cultivos de tu huerto ecológico. Por ejemplo, el tomate es compatible con plantas poco exigentes y con un sistema radicular pequeño, como: acelga, albahaca, ajo, cebolla, col, escarola, lechuga o puerro. Por el contrario, debes evitar cultivar tomate junto a otras solanáceas como la berenjena o el pimiento, cucurbitáceas como la calabaza o el pepino, o patatas, ya que tienen requerimientos similares y competirán por los nutrientes del suelo y por el agua.
Además, las plantas aromáticas como la menta o la albahaca van muy bien junto a las plantas de solanáceas como tomates o pimientos porque, con su olor, ayudan a repeler las plagas de estas hortalizas.
Hay muchas variedades de tomates, podéis ver algunas y también trucos para cultivar tomates en el post Tomates ecológicos: variedades y trucos para cultivarlos.
Clima para cultivar tomates
Aunque la tomatera es una planta perenne, en nuestras latitudes se cultiva como una anual (sembrando, cultivando durante 4-6 meses y eliminando el cultivo cada año), y esto es porque el frío del del invierno no permiten que la planta sobreviva (la temperatura mínima para su desarrollo es 15ºC). Así que, como podrás imaginar, esta hortaliza necesita bastante sol y calor: se cultiva en primavera y verano y debes situarla en un lugar resguardado y cálido que reciba, al menos, seis horas de sol al día.
Mejor Suelo para cultivar tomates
El tomate es muy exigente, requiere un suelo rico en humus o materia orgánica, por lo que en invierno es interesante cavar el terreno y enterrar compost, abonos verdes (restos de las tomateras del año anterior, por ejemplo), corteza de pino o estiércol, para ir enriqueciendo el suelo. Si usas recipientes y compras el sustrato deberás buscar uno con alta capacidad de retención de agua y con gran cantidad de materiales orgánico, como turba o corteza de pino.
Conviene que, cuando lo trasplantes, hagas un hoyo en el sustrato y eches compost o estiércol alrededor de las raíces.
Durante el cultivo puedes añadir algo de compost a la tierra o purín mezclado con el agua de riego.
Para favorecer el cuajado del fruto (paso de flor a tomate) y su engorde, hay productos comerciales ecológicos como el CUAJASÁN, y, cuando los frutos empiecen a engordar, puedes abonar con algún fertilizante ecológico rico en potasio.
(Muchas de estas labores ya las hemos visto en el artículo Manejo ecológico de cultivos en Apadrina un tomate).
¿Cuándo plantar tomates? Mejor época de siembra
Aunque es mucho más recomendable sembrar tomate en un semillero o plantel y luego trasplantarlo, también puedes hacer siembra directa.
La mejor época para plantar tomates depende de las temperaturas de la zona y de si hemos elegido sembrar en semilleros o hacer siembra directa.
- Semilleros: sembrar de febrero a abril y colocar los semilleros en un lugar protegido del frío (15-20ºC) y con sol. Trasplantar en el terreno definitivo dos o tres meses después, a principios o mediados de primavera, cuando ya no haya riesgo de heladas. Si los semilleros son muy pequeños puedes hacer trasplantes intermedios.
- Siembra directa o trasplante: para que cada planta tenga el espacio suficiente para crecer deberán colocarse a unos 45-60 cm (en función del tamaño de la planta, si la variedad da lugar a plantas grandes y de porte arbustivo 60-70 cm). Deja unos 75-100 cm entre las hileras.
Cómo cultivar tomates paso a paso
A continuación veremos cuáles son los cuidados de los tomates, desde su siembra en semilleros hasta la cosecha al final de la temporada.
Sembrar tomates
El primer paso para cultivar tomates es la siembra en semilleros. Puedes comprar un plantel o semillero o utilizar vasitos de yogur otros recipientes reciclados.
En este link puedes ver todos los detalles sobre cómo hacer la siembra del tomate paso a paso en semilleros.
Si vas a cultivar tomates en macetas u otros recipientes de cultivo (maceteros cerámicos, jardineras, mesas de cultivo…) éstos deberán tener una profundidad mínima de 30 cm, y la separación entre plantas será la misma (unos 30-40 cm).
Riego de los tomates
Aunque no tiene unas necesidades de agua demasiado elevadas (ver post Planificar el riego), el riego de los tomates debe ser uniforme y frecuente, por lo que se recomienda el riego por goteo para que el exceso de humedad no provoque la aparición de hongos.
Cuidados de los tomates
Aporcado: consiste en amontonar tierra del sustrato en la base del tallo de la planta (haciendo un pequeño montículo o un caballón, si hay una fila de plantas). Así se consigue un mejor desarrollo de las raíces.
Entutorado con varas y cuerdas o con soportes metálicos en espiral como los de la foto (más cómodos). También puedes dejar que crezca rastrera o que cuelgue hacia abajo si es que tienes los tomates en una mesa de cultivo elevada.
Desbrotado: corta con la mano, una o dos veces por semana, los brotes laterales que van surgiendo en las axilas de las hojas (para que toda la energía de la planta se concentre en el crecimiento de las ramas con flores y frutos).
Poda / Despunte: según vaya creciendo la tomatera se irán cortando los tallos principales para que la planta emita más ramificaciones y, por lo tanto, más flores y más tomates. Además, así se consigue una planta menos frondosa, por lo que la aireación prevendrá la aparición de hongos.
¿Cuánto tiempo tarda en producir una planta de tomate?
Aproximadamente a los dos meses del trasplante empezarán a estar listos los primeros tomates, y no dejarán de producirse hasta el final del verano. Ve recolectándolos según se vayan poniendo rojos.
Si al acabar la temporada quedan tomates verdes en las matas, corta las plantas por su base y cuélgalas boca abajo en lugar resguardado hasta que maduren.
Para disfrutar de todo su sabor, consume los tomates maduros nada mas cosecharlos. Si tienes muchos, siempre podrás hacer conservas como mermeladas o tomate frito. También puedes congelarlos, aunque en este caso será mejor que los uses para platos elaborados o salsas, porque, una vez descongelados, habrán perdido su firmeza.
Otro problema al cultivar tomate pueden ser las dificultades de polinización de las flores (sobre todo en huertos urbanos, con poca presencia de abejas, abejorros y otros insectos que suelen llevar a cabo esta labor de polinización). Si esto sucede, muchas flores se secarán y no llegarán a producir tomates. Puedes colaborar en la polinización pasando un pincel con polen de unas flores a otras, soltando abejorros o instalando una estación polinizadora.
Plagas de los tomates, enfermedades y otros problemas
Plagas más comunes del tomate: mosca blanca, pulgón, araña roja, trips, orugas (como la Heliotis) y nematodos formadores de quistes de la patata.
Enfermedades de los tomates: hongos típicos del huerto (Mildiu, Oidio y Botritis), virus del mosaico de la patata y moho de las hojas.
(Entérate de cómo combatirlas leyendo los artículos de la categoría «Plagas y enfermedades», tenemos fichas de todas las plagas del huerto)
En el post sobre Plagas y enfermedades comunes del tomate tienes más detalles sobre los problemas que te puedes encontrar al cultivar tomates.
Otros problemas en el cultivo del tomate
Es importante mantener el suelo con una humedad constante, sin grandes diferencias (NO alternancia de periodos secos y periodos húmedos). Un riego poco uniforme puede afectar al fruto, produciendo su agrietamiento y favoreciendo la aparición de un problema llamado podredumbre o pudrición apical (que también está relacionada con la utilización de un sustrato demasiado ácido y pobre en Calcio).
Si ves los «tomates con culos podridos» esto podría deberse a una deficiencia de Calcio. Para evitar la podredumbre apical debida de la falta de calcio hay algunos remedios naturales.
Os dejo este vídeo en el que Álvaro nos explica de una manera amena y divertida cómo evitar los culos podridos o podredumbre apical de los tomates.
Referencias
- Reche Marmol, J., 1998. Poda de Hortalizas en Invernadero (Berenjena, Pimiento y Tomate). Hojas Divulgadoras, nº 2094 HD. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (España).
- Cámara de Comercio de Bogotá, 2015. Manual:Tomate. Programa de Apoyo Agrícola y Agroindustrial.
- Macua González, J.I. et al., 2017. Cultivos hortícolas al aire libre: Tomate. Publicaciones Cajamar Caja Rural. Serie Agriculturara, nº 13, pag. 437-470.
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 11/03/2023