【 Cultivar Albahaca 】Cómo Sembrar Albahaca en macetas
Hoy vamos a ver cómo cultivar albahaca en casa paso a paso. Sembrar albahaca en macetas es sencillo para cualquiera que se lo proponga, ya que es un cultivo fácil, perfecto para horticultores principiantes o para cultivar con niños el huerto familiar.
En este post veremos primero cuáles son las características y requerimientos de la planta de albahaca y los beneficios de cultivar albahaca en el huerto o macetohuerto, junto con otras plantas. Después hablaremos de cómo sembrar albahaca en semilleros, del trasplante y de cómo cuidar la albahaca.
Características de la albahaca ¿Cuánto sol y qué suelo necesita?
La albahaca (Ocimum basilicum) es una planta herbácea anual, lo que implica que florece una vez al año y después muere.
Esta planta aromática es fácil de cultivar, incluso en pequeñas macetas o jardineras. En general, los cuidados de la albahaca no son demasiados, aunque sí que tendrás que tener en cuenta que no soporta las temperaturas bajas (se desarrolla bien entre 18 y 35ºC) y le gusta la tierra siempre húmeda (aunque no encharcada).
Necesita al menos 3 ó 4 horas diarias de sol, aunque también tolera la semi-sombra, e incluso se puede cultivar albahaca en macetas dentro de casa, siempre que se coloque en una zona bien iluminada y no demasiado cerca de las ventanas (para que no se queme por el sol debido al efecto lupa).
Como casi todas las plantas, la albahaca prefiere un suelo fértil y bastante aireado o drenado (veremos cómo conseguir estas dos cosas un poco más abajo, en el punto que trata sobre el trasplante para cultivar albahaca en macetas).
¿Qué usos y beneficios tiene la albahaca?
Esta planta es un sabroso ingrediente para muchas recetas de cocina (ensaladas, salsas, marinados…), por lo que es una buena idea cultivar albahaca en macetas y tener siempre a mano unas hojas frescas de esta deliciosa aromática para cocinar.
Además de ser famosa por sus uso culinario, también puede ser muy interesante su asociación con otras plantas. Hay varios beneficios de cultivar albahaca junto a otras plantas del huerto: esta aromática potencia su sabor y, gracias a su fuerte olor, repele a muchas de las plagas típicas de hortalizas y flores, como el pulgón o la mosca blanca.
Pero ahí no acaba todo, las hojas de albahaca en fresco, en infusiones o en cataplasmas tienen importantes beneficios para la salud y usos medicinales.
Estos son algunos de los usos y beneficios de la albahaca:
- La albahaca en floración se usa para hacer infusiones contra los vómitos y náuseas propios del embarazo.
- Por sus propiedaes antibacterianas, esta infusión de flores de albahaca también es buena para hacer gárgaras que sirven para curar las anginas.
- Es un buen diurético ya que ayuda a ejercer efecto de saciedad, por lo que se emplea en dietas para adelgazar.
- Tiene un efecto depurativo y purificador de la sangre, por eso es uno de los ingredientes estrella de los smothies detox.
- Ayuda a mejorar la digestión y reduce el malestar estomacal.
- Tiene propiedades analgésicas, de ahí su uso para quitar el dolor de cabeza, acelerar la curación de los resfriados, etc.
- Acelera la cicatrización de las heridas.
Cómo cultivar albahaca en casa paso a paso
A continuación veremos los pasos para sembrar albahaca en macetas y cuidar la planta de albahaca desde los semilleros hasta la cosecha.
1. Cómo sembrar albahaca
Lo mejor para asegurarnos de que la planta saldrá adelante es hacer un semillero de albahaca primero y después, cuanto las plantitas estén un poco crecidas, hacer un trasplante al terreno definitivo (a la maceta, jardinera o recipiente del macetohuerto en casa que vayamos a usar para plantar albahaca).
¿Cuándo sembrar albahaca en casa?
Este es un cultivo de primavera-verano, así que la mejor época para sembrar albahaca en el huerto es la primavera, de forma que la cosechemos durante todo el verano y, si no bajan demasiado las temperaturas, también durante parte del otoño.
De todas formas, si vamos a cultivar albahaca en macetas dentro de casa, podemos iniciar el cultivo en semilleros a finales de otoño o durante el invierno para que, a principios de primavera, ya podamos cosechar las primeras hojas de albahaca.
Hacer un semillero de albahaca
Rellena con tierra los pequeños recipientes del semillero de albahaca con una mezcla de sustrato universal y abono natural (como humus de lombriz o compost).
Para hacer un semillero de albahaca puedes usar pequeños recipientes reciclados (como vasitos de yogur o cáscaras de huevo) o comprar semilleros o planteles como este:
En cada recipiente o alveolo del semillero sembraremos varias semillas de albahaca (ya que normalmente no germinan todas). Haz dos o tres pequeños hoyitos en el sustrato con un lápiz o con el dedo y coloca, a una profundidad de 0.5 a 1 cm, una semilla en cada uno de ellos antes de rellenar el hueco con un poco de sustrato.
Después se realiza un riego para humedecer las semillas de albahaca. Lo mejor para que no se hundan las semillas con el agua de los primeros riegos es que, hasta que germinen, reguemos todos los días con un pulverizador que aplique el agua en finas gotas en lugar de en chorro.
Para cultivar albahaca en casa hay que mantener los semilleros a una temperatura y en un lugar adecuados. Si las temperaturas mínimas son menores de 15 ºC, es mejor tener los semilleros dentro de casa en lugar de en el patio o en el balcón.
Dos o tres semanas después de sembrar albahaca, las semillas habrán germinado (como se ve en la foto de arriba), y asomarán dos hojitas diminutas: los cotiledones. Después de esto ya puedes regar con cuidado con una regadera o con una botella sin miedo a que se dañe la semilla. Se puede cambiar el semillero de lugar para ir aumentando las horas de sol gradualmente, aunque no es muy conveniente mucho sol directo cuando las plantas son tan pequeñas.
Los cotiledones irán creciendo y, pasadas unas semanas, aparecerán las hojas verdaderas. Las hojas irán saliendo a pares y una enfrente de otra, como se ve en esta foto:
2. Preparar los recipientes para el trasplante de albahaca
Un par de meses después de la siembra de albahaca en semilleros, podemos trasplantar las plantitas a sus recipientes definitivos o a los bancales de nuestro huerto.
Si vas a cultivar albahaca en macetas debes saber que esta aromática no tiene unas raíces demasiado profundas, por lo que serán suficientes macetas o jardineras de 15 cm de profundidad y unos 10 cm de diámetro.
Primero, en la base de las macetas, colocamos una fina capa de piedras para mejorar el drenaje y la aireación. En este caso compramos grava de arcilla, ya que pesa muy poco y será más cómodo mover los recipientes.
Encima de la grava añadimos sustrato universal hasta más o menos dos tercios del recipiente, y en el último tercio (el más superficial) una mezcla del sustrato universal con el abono para el huertyo. luego añadiremos encima unos puñados de sustrato normal que recubra la mezcla para que el humus quede cubierto
3. Trasplante de albahaca
No riegues los semilleros el día previo al trasplante para que la tierra esté más compacta y cueste menos sacar todo el bloque del pequeño recipiente y trasplantar las plantas de albahaca.
Con ayuda de una palita o de una cuchara, sacamos las plantas de los semilleros con mucho cuidado de no romper las raíces (si la tarea se complica podemos rajar los semilleros con un cuchillo y abrirlos de forma que se extraiga la planta con el terrón de sustrato y raíces más fácilmente).
Luego hay que hacer un hoyo en las macetas donde vamos a plantar albahaca (de tamaño suficiente para que quepan los cepellones de las plantas del semillero). Introducimos una planta en cada hueco, recubrimos con tierra hasta la altura de los primeros cotiledones y compactamos un poco el sustrato con las manos (como se ve en la foto de arriba) para que la planta quede bien asentada.
Nosotros colocamos dos plantas de albahaca en cada maceta con la idea de eliminar la peor de cada pareja unas semanas después, pero en el caso de que pongas varias plantas en recipientes más grandes (como jardineras), la separación entre ellas debe ser de unos 30 ó 40 cm.
4. Riego y cuidados de la albahaca
Esta planta necesita riego abundante durante todo su cultivo. Tiene un riesgo alto de deshidratarse con el calor si no tiene el agua suficiente, por lo que este es uno de los aspectos más importantes de los cuidados de la albahaca.
Hay que mantener la tierra siempre húmeda pero sin que llegue a encharcarse. En el caso de cultivo en macetas este problema es menos frecuente porque el recipiente tiene agujeros en el fondo y una capa de drenaje que facilita la salida del agua sobrante, pero también por ese motivo es importante regar la albahaca todos los días para mantener el sustrato húmedo.
Si se puede regar un par de veces al día en pequeñas cantidades mucho mejor, porque así evitaremos que se quede la tierra muy seca en las horas de más calor. También puedes instalar un sistema de riego automático casero o riego para vacaciones, y despreocuparte de este aspecto durante varios días.
¿Cómo cuidar una planta de albahaca en maceta?
Hay algunas labores de cultivo para cuidar las plantas de albahaca que harán que nuestra cosecha sea aún más abundante.
Durante el tiempo que dure el cultivo, debes escardar la tierra de vez en cuando para airearla y mullirla. Con ayuda de herramientas para cultivar el huerto, como un pequeño rastrillo, un cultivador o un almocafre, remueve la capa superficial del suelo para facilitar el drenaje, eliminar las malas hierbas que hayan podido aparecer y evitar la aparición de costras.
También es recomendable el despunte de los tallos. El despunte consiste en cortar la punta de los tallos superiores para favorecer que broten más tallos, que la planta se ponga más frondosa y que dure más tiempo el cultivo.
La albahaca es una planta anual, es decir, se seca y muere una vez que ha florecido al final de un ciclo. Para retrasar este momento y que la albahaca siga produciendo más tiempo, corta los capullos florales del final de los tallos (suelen aparecer como al mes o mes y medio o dos meses de la plantación).
Otro de los cuidados de la albahaca es prevenir y vigilar la aparición de plagas y enfermedades. Aunque no tendremos demasiados problemas al cultivar albahaca en casa (sobre todo si tenemos las macetas en el interior), es importante conocer las plagas más comunes de la albahaca para que, si aparecen, podamos reconocerlas y acabar con ellas lo antes posible.
5. Recolección o cosecha de albahaca
Después de sembrar, trasplantar y cuidar la albahaca durante semanas llega la pregunta… ¿Cuándo se cultiva la albahaca? ¿Cuánto tiempo tarda en crecer?
Aproximadamente 6 semanas después de la plantación (unos 3 meses tras la siembra), se puede empezar a recoger la cosecha de albahaca (nosotros, en el hemisferio norte, solemos recolectar las primeras hojas en el mes de julio).
Corta con tijeras los tallos por su parte inferior según los vayas necesitando. Vete cortando los tallos más jóvenes que estén a más de 10-15 cm del suelo, dejando debajo siempre las yemas de donde saldrán nuevos tallos o ramas.
¿Cómo se puede conservar la albahaca fresca?
La albahaca se suele consumir en fresco en ensaladas o salsas como el pesto, pero para conseguir albahaca fresca en invierno o principios de primavera, debemos pagar un alto precio alto en los supermercados (las hojas frescas de albahaca son bastantes caras y cultivar en invierno no suele ser fácil por el frío y la falta de luz…).
Si queremos ahorrar en la cesta de la compra y tener albahaca fresca todo el año la solución está en congelar las hojas y así conservarlas durante meses. Puedes congelar las ramitas con las hojas enteras en bolsas de plástico.
Otra opción es trocear las hojas de albahaca y guardarlas en la nevera en un recipiente de cristal o en bolsas herméticas con un chorro generoso de aceite de oliva. El aceite ayuda a que la albahaca picada se conserve fresca durante semanas.
Como la mayoría de plantas medicinales, también se pueden secar las hojas de albahaca. Tras la cosecha, cuelga las ramitas boca abajo durante unos días o colócalas separadas sobre papel de periódico. Conserva las hojas secas en un bote de cristal y podrás usarla junto con el resto de especias durante meses.
Reproducir una planta de albahaca ¿Cómo plantar albahaca sin semillas?
Si quieres conservar las semillas de albahaca para plantar otro año, deja algún grupo de flores (cuando ya se vaya acercando el final del cultivo, a finales de verano) para que se formen las semillas y puedas recogerlas.
Aunque podemos sembrar albahaca desde cero como hemos visto en los pasos de arriba, si tenemos ya una planta lo más fácil es reproducir la albahaca por esquejes o tallos en vez de por semillas metiendo parte de la planta de albahaca en agua.
Corta unos tallos de la planta de albahaca e introdúcelos en un recipiente con agua sin que lleguen a mojarse las hojas. Puedes añadir al agua enraizante natural casero para acelerar el crecimiento de las raíces en las ramitas o esquejes de albahaca.
Pasados 7 ó 10 días, cuando las raíces se vean claramente, es el momento de plantar la albahaca en macetas como vimos en el paso 3.
Referencias
- Muñoz, F., 1996. Plantas medicinales y aromáticas: estudio, cultivo y procesado. Mundi-Prensa Libros.
- Barroso, L. & Jerez, E., 2000. Comportamiento de las relaciones hídricas en la albahaca blanca (Ocimum basilicum L.) al ser irrigadas con diferentes volúmenes de agua. Cultivos Tropicales, vol. 21 (3), pag. 57-59. Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas. La Habana, Cuba.
- Sánchez Govín, E. et al., 2000. Estudio farmacognóstico de Ocimum basilicum l. (albahaca blanca). Revista Cubana de Farmacia, vol. 34 (3), pag. 187-195.
- Barasoain, R., 2005. La albahaca en la huerta y en la cocina. Revista La Fertilidad de La Tierra, nº 22, pag. 52-55
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 13/10/2020