Cómo cultivar espinacas en tu huerto paso a paso: Guía completa
La espinaca (Spinacia oleracea) es una planta anual, de la familia Amaranthaceae. Su cultivo se realiza prácticamente durante todo el año y se puede consumir de múltiples maneras: fresca, en ensaladas, cocida, frita…Es rica en vitaminas A y E, yodo y varios antioxidantes, es por ello que es muy apreciada por su elevado valor nutritivo en general y su riqueza vitamínica en particular, aunque contiene ácido oxálico, lo que hace que deban consumirse con moderación. Fue introducida en Europa alrededor del año 1000 procedente de regiones asiáticas, probablemente de Persia. Comenzó a difundirse y se establecieron cultivos para su explotación principalmente en Holanda, Inglaterra y Francia.
Cultivar espinacas: Exigencias de Suelo y clima para
Temperatura
Soportan temperaturas por debajo de los 0ºC; sin embargo, si persisten demasiado pueden causar daños foliares y parada del desarrollo del cultivo. La temperatura mínima para que la planta continúe su crecimiento es de 5 ºC.
Al alargarse las horas de sol y aumentar las temperaturas por encima de 15ºC, la planta comenzará a emitir flores, lo cual no nos interesa, puesto que la planta gasta nutrientes en formar flores y menos en desarrollar su parte vegetativa que es la que realmente vamos a recolectar, por lo que el rendimiento se reduce con temperaturas altas y un largo fotoperíodo (horas de luz). Un exceso de calor hace que se vuelvan amargas al gusto.
Requerimientos hídricos
Las lluvias irregulares son perjudiciales para una buena producción, así como la sequías, puesto que provocan una rápida floración, lo que impide que se desarrollen correctamente las hojas, sobretodo cuando se dan las condiciones propicias para ello comentadas anteriormente. Es por ello que será necesario el aporte de riegos cuando las temperaturas sean elevadas y los días largos, es decir, en primavera y verano.
Suelo
La espinaca es un cultivo relativamente exigente en cuanto al suelo. Les gustan los suelos ricos y equilibrados en nutrientes, profundos, con buena estructura, pH neutro, y francos, es decir, ni muy arcillosos ni muy arenosos. Además prefieren que la tierra esté ligeramente húmeda, pero no toleran los encharcamientos. Necesitan materia orgánica y sobre todo Nitrógeno, pues es muy importante para el desarrollo de la hoja. A pesar de todo ello, puede crecer en otros tipos de suelo, pero siempre que tengan buena cantidad de materia orgánica, pues aporta nutrientes y sobre todo nitrógeno, así que es muy importante agregar nuestro compost a la tierra.
Cómo sembrar espinacas
La siembra realizada al terminar el verano permite llevar a cabo la recolección a principios de invierno, aunque si el clima es muy frío la cosecha se puede retrasar hasta primavera. A finales del invierno podemos volver a sembrar, aunque, esta vez, la cosecha se recogerá antes, aproximadamente dos meses después. Para obtener producción escalonada, se pueden realizar siembras cada 20 días.
Para sembrar, el terreno debe estar húmedo y labrado. Para facilitar tanto el arado del terreno como para realizar una siembra más precisa, en agricultura ecológica podemos utilizar aperos manuales. La semilla se deposita a 1 ó 2 cm de profundidad, y a una distancia de unos 30 cm entre hileras y unos 10 cm entre plantas. Estas distancias pueden variar, aunque si bien es cierto, que a una mayor densidad de plantación el control de malas hierbas es mucho más eficiente.
Hay que tener cuidado con las temperaturas en la época de germinación, puesto que con temperaturas mayores a 26ºC, a germinación se inhibe, por lo que se recomienda no cultivar en verano, aunque si se desea tener espinaca en esta época, se pueden buscar variedades adaptadas al calor.
Riego de las espinacas
A la espinaca le viene muy bien que el sustrato esté húmedo, sobre todo cuando comienzan a subir las temperaturas. Se recomiendan, por tanto, riegos frecuentes que puedan mantener la tierra húmeda pero sin encharcarla, para evitar la pudrición de las raíces. Es muy importante que el aporte de agua sea regular, puesto que, de lo contrario, se favorece la elevación del tallo y emisión de flores que, como hemos dicho, no nos interesa.
Cuándo cosechar las espinacas
Es importante que no se realice después de haber regado, puesto que en ese caso, las hojas, al estar más turgentes, se rompen muy fácilmente. En huertos ecológicos, lo normal es realizar una recolección manual. En ese caso, se deberán cortar las hojas más desarrolladas de la espinaca, dando varias pasadas al cultivo, y permitiendo crecer a las más pequeñas; aunque también podemos arrancar la planta completa.
Popeye, el hierro y las espinacas
Un mito muy extendido sobre las espinacas es que son muy ricas en hierro. De hecho, en los dibujos animados de Popeye, éste consumía una lata de espinacas que le daba una fuerza sobrenatural. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Otras plantas comestibles contienen niveles de hierro similares o incluso superiores a la espinaca, como es el perejil, semillas de sésamo, acelgas, berza, col, y en general, la mayoría de verduras de hoja verde oscura.
De hecho, el hierro de la espinaca no se absorbe bien porque contiene ácido oxálico, que lo hace insoluble. El origen de esta equivocación está en un error del científico E. Von Wolf (1870), que multiplicó por 10 la cantidad de hierro al errar en la colocación de una coma.
De todos modos, aunque no tengan tanto hierro como se cree y éste no sea fácilmente asimilable, las espinacas siguen siendo un alimento muy aconsejable, por su alto nivel nutritivo. Espero que os haya sido de ayuda y que ¡pronto empecéis a sembrar espinacas en vuestros huertos!
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 11/03/2019