Cómo cultivar cebolla en el huerto. Trucos y Consejos imprescindibles
Hoy os daré algunos tips sobre cómo cultivar cebolla en el huerto, desde cuándo y cómo plantar cebollas, hasta los cuidados que necesita el cultivo (cómo hacer engordar las cebollas, cuánto hay que regar, lucha contra plagas y enfermedades, etc.).
Si sois principiantes en esto del cultivo del huerto no os preocupéis, porque la cebolla es una de las hortalizas fáciles de cultivar y no requiere demasiados cuidados.
La cebolla (Allium cepa) es una hortaliza «de bulbo» o «de raíz» (como el ajo, la zanahoria o la patata), y pertenece a la familia de las liliáceas. Debemos tener en cuenta esta clasificación para planificar la mejor colocación de las cebollas en el huerto con respecto al resto de plantas (lo veremos más adelante, en el apartado sobre las «Asociaciones de cultivos»).
¿Cuándo se plantan las cebollas y cuánto tiempo tardan en crecer?
Hay multitud de variedades de cebollas de distintos tamaños, colores y con ciclos de cultivo largos o más cortos, por lo que, si se elegimos las variedades adecuadas, podemos disponer de cebollas durante todo el año.
Algunos tipos de cebollas se siembran en primavera y se recogen en verano-otoño, aunque la mayoría son variedades tempranas que se pueden cultivar durante el invierno y cosechar en primavera.
La mayoría de las variedades de cebollas se pueden plantar junto con las hortalizas de otoño – invierno ya que soportan las bajas temperaturas (variedades de cebolla babosa, de fuentes, radar o senshyu son algunos ejemplos).
Si queremos tener en cuenta la influencia de la luna en los cultivos, debes saber que la mejor luna para plantar cebolla y otros cultivos que se desarrollan bajo tierra es la luna nueva o la fase menguante.
Pero… una vez hecha la siembra ¿Cuánto tiempo tarda en crecer una planta de cebolla? Este es un cultivo de ciclo medio, por lo que tardaréis de 3 a 5 meses desde la siembra en tener las cebollas listas para cosechar, dependiendo de la variedad elegida.
Cómo sembrar y plantar cebolla
Para sembrar cebollas puedes optar por hacer siembra directa o por hacer un semillero y trasplantar después. Como siempre, esta segunda opción requiere un poco más de trabajo, pero las posibilidades de éxito de las plantas son mucho mayores, sobre todo si el clima no acompaña o si no tienes mucha experiencia.
Para sembrar cebolla deberás enterrar la semilla a una profundidad de 1-2 cm.
La época de siembra de las cebollas depende de la variedad. Aunque, como hemos visto, hay variedades que se pueden plantar en primavera o en otoño, en general, el calendario de siembra de las cebollas comienza en la estación fría:
- El semillero de cebollas deberá prepararse en otoño o a principios del invierno.
- El trasplante de las plántulas al terreno definitivo o la siembra directa se hará de enero a marzo (dependiendo del clima y de la variedad).
A la hora de plantar cebollas (tanto si has hecho tu propio semillero y vas a trasplantar como si has comprado las plántulas ya crecidas) ten en cuenta la distancia entre cebollas: como mínimo 15 cm entre plantas y 20-25 cm entre hileras (algunas variedades de cebollas pequeñas se pueden plantar más cerca y las cebollas grandes necesitarán algo más de espacio). Entierra los pequeños bulbos de forma que asome ligeramente la punta y comprime ligeramente el sustrato alrededor para que la planta quede bien sujeta al suelo.
Si vas a cultivar cebolla en macetas, jardineras u otro tipo de contenedor, necesitarás un recipiente de 25 cm de profundidad y, como mínimo, un espacio de 15 cm x 15 cm para cada planta (variedades de cebollas pequeñas pueden plantarse un poco más juntas). Por ejemplo, en una maceta cuadrada de 15 cm de lado o en una maceta circular de 15 cm de diámetro podemos plantar una cebolla, mientras que en una jardinera de 60 cm de longitud se podrían plantar tres o cuatro cebollas separadas 10-15 cm).
¿Qué tipo de suelo necesita la cebolla?
Como hemos visto, la cebolla es un cultivo de clima templado que soporta temperaturas bajas. La planta necesita cierta variación de temperatura en el suelo, que debe ser fresca durante la primera etapa y algo más alta durante la formación del bulbo.
En el periodo de formación del bulbo requiere temperaturas más cálidas (ausencia de heladas) y varias horas de sol directo, por lo que se deben plantar cebollas en un lugar soleado y despejado.
Una buena opción para favorecer la maduración del bulbo y proteger el suelo de las bajas temperaturas es la instalación de cubiertas de plástico u otro tipo de mulching para huertos.
La cebolla prefiere suelos franco-arenosos, que drenen bien y no estén apelmazados, por lo que si vas a plantar cebollas en macetas es recomendable añadir en el fondo del recipiente una capa de drenaje con piedras o arcilla expandida.
La planta de cebolla no es muy exigente en nutrientes, por lo que será suficiente un abonado de fondo unas semanas antes de sembrar o plantar (no necesita abonado de cobertera durante el cultivo). Si tienes el huerto en bancales o en un pequeño terreno y vas a fertilizar con estiércol, no debes plantar cebollas cuando el suelo está recién abonado (hay que dejar que madure durante varios meses para que se descomponga bien y los nutrientes se mineralicen y sean asimilables por la planta).
Otra opción para abonar el suelo es añadir compost maduro y mezclar con la tierra antes de la siembra o plantación de cebollas. Si se van a plantar cebollas en macetas bastará mezclar con el sustrato un poco de compost, humus de lombriz o alguno de los abonos orgánicos para huertos.
Rotaciones y asociaciones de la cebolla con otros cultivos
La técnica de la asociación de cultivos tiene muchas ventajas. Uno de sus beneficios, si se asocian los cultivos adecuados, es la prevención de plagas y enfermedades. Por este motivo la cebolla se asocia bien con las zanahorias: la zanahoria repele la mosca de la cebolla, y la cebolla repele la mosca de la zanahoria. Además, juntas, ayudan a alejar la mosca blanca del huerto.
La cebolla y el ajo también se asocian bien con el tomate y otras solanáceas como la berenjena o el pimiento. La combinación de liliáceas con estas hortalizas de fruto ayuda a prevenir enfermedades que pueden afectarlas y estimula su crecimiento.
Otras cultivos que se asocian bien con la cebolla son las cucurbitáceas (pepino, calabacín, melón…), las fresas o las hortalizas de hoja como col, escarola, lechuga, espinaca… ya que el tipo de aprovechamiento es distinto y se emplea mejor el espacio.
Como vimos en el post sobre asociaciones beneficiosas y perjudiciales, no se deben plantar cebollas y otras liliáceas junto a leguminosas como judías, habas o garbanzos, ya que estas plantas no se asocian bien.
Cómo cultivar cebollas: riego y cuidados de la cebolla
La planta de cebolla no es muy exigente en agua, así que le bastarán riegos ligeros.
Es preferible instalar un sistema de riego por goteo ya que, además de ahorrar agua, se previene la aparición de hongos. Si no llueve, con una hora u hora y media diaria de goteo será más que suficiente.
¿Cómo hacer engordar las cebollas?
Es necesario escardar el suelo de vez en cuando para mantenerlo más o menos libre de malas hierbas y que éstas no «ahoguen» a la planta de cebolla.
Al igual que el ajo, las plantas de cebolla deberán dejarse de regar unos 15 días antes de recolectarse. Además, para hacer engordar las cebollas, es muy beneficioso el «pisado», ya que esta técnica favorece el desarrollo final del bulbo. Unos 10 ó 15 días antes de la recolección, cuando los tallos empiezan a marchitarse, dobla las hojas aplastándolas contra el suelo o haz nudos con ellas.
Las cebollas deben estar completamente maduras cuando las saques del suelo, así que espera a que las hojas estén completamente amarillas y secas y esa será la señal para saber que puedes cosecharlas. Sácalas con cuidado de la tierra y déjalas secar en un lugar soleado durante un par de días.
Enfermedades y plagas de la cebolla
Plagas típicas de la cebolla son, por ejemplo, los trips, la mosca de la cebolla, los escarabajos o las larvas de la polilla del puerro (minadores que crecen en el interior de las hojas de cebolla). Más información sobre esto en el post «Plagas y Enfermedades de la cebolla«.
Es muy común que la cebolla se vea afectada por enfermedades producidas por hongos, como Mildiu, Roya o Botritis (Echa un ojo al post de Prevención y tratamientos ecológicos para hongos del huerto, para saber cómo luchar contra ellos).
Además, si hay gran cantidad de ellos en el suelo, la cebolla puede contraer enfermedades causadas por nematodos (esto no es muy común, pero si pasa prueba a desinfectar el suelo mediante la técnica de solarización).
Referencias
- Zoppolo, R. et al., 2008. Alimentos en la huerta. Guía para la producción y consumo responsable. Editado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria de Uruguay (INIA) en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
- Miguel Gómez, A., 2017. Cultivos hortícolas al aire libre: Cebolla. Publicaciones Cajamar Caja Rural. Serie Agricultura, nº 25, pag. 165-202.
- Enciso Garay, C.R. et al., 2019. Guía Técnica: Cultivo de Cebolla. Proyecto de Adopción de Paquetes Tecnológicos para cultivos producidos por Pequeños Productores Rurales del Paraguay 2015-2019. Facultad de Ciencias Agrarias (Universidad Nacional de Asunción).
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 24/09/2020