Cómo Cultivar Ajo en el Huerto: Desde la siembra hasta la cosecha
Hoy os daré algunos consejos sobre cómo cultivar ajo en el huerto. En el hemisferio Norte estamos en Otoño, así que este post os vendrá perfecto si estáis comenzando a planificar el huerto con cultivos de invierno como es este.
El ajo o Alium sativum es una hortaliza de bulbo de la familia de las liliáceas, como la cebolla, las cebolletas o el puerro. Es poco exigente y fácil de cultivar. Vamos a ver cómo hacerlo!
Beneficios del ajo
Caracterizado por su sabor fuerte y un poco picante, además de ser un ingrediente básico en la cocina mediterránea, también se usa en platos de otras partes del mundo como condimento o crudo en vinagreta.
Es bueno para la salud y es muy apreciado nutricionalmente por su alto contenido en sales minerales y en vitaminas. Por eso y por sus propiedades antibióticas y antifúngicas, el ajo es usado como planta medicinal y curativa, y también se usa en Agricultura Ecológica para la preparación de remedios caseros para problemas del huerto, como los que vimos en el post 3 remedios naturales contra plagas y enfermedades.
Clima y suelo adecuados para cultivar ajos
El ajo es una hortaliza muy poco exigente, que no requiere un suelo muy húmedo ni rico en nutrientes (no hará falta abonarlo).
Aunque requiere bastante sol, no es exigente en cuanto a la temperatura, soportando bien el clima frío (por cierto, dicen que cuanto más frío más picante será el ajo).
Sembrar ajo: cuándo y cómo
Se siembran enterrando directamente los dientes de ajo en el terreno. Puedes empezar plantarlos desde mediados de otoño (Octubre-Noviembre en el hemisferio norte), aunque también se pueden realizar siembras tardías unos meses más tarde.
No debes usar los dientes pequeños del centro del bulbo si no los del exterior (y no los de ajos del supermercado porque normalmente no dan fruto, usa ajos de cosechas de algún huerto o adquiérelos en centros de semillas u otros centros especializados).
Separa los distintos dientes de ajo del bulbo justo cuando vayas a sembrar, y entiérralos con la parte puntiaguda hacia arriba a una profundidad de de unos 3-5 cm (según lo grande fuera el bulbo). Deja una distancia entre dientes de más de 10 cm y entre las hileras deja 25-30 cm.
Si tienes un macetohuerto puedes incluir en él el ajo: no hay problema para su cultivo en macetas. Una maceta de 15 x 15 cm será suficiente para un diente de ajo.
Asociaciones favorables y desfavorables del ajo con otras plantas del huerto
El ajo se asocia bien con casi todas las plantas del huerto y es beneficioso porque repele algunos insectos que pueden convertirse en plaga, como la mosca de la zanahoria o el pulgón. También ayuda a prevenir hongos como el mildiu, la pudrición de la fresa y enfermedades que pueden afectar al tomate (si quieres más efectividad puedes hacer preparados caseros con ajo para evitar estas plagas y enfermedades).
Por todo esto la asociación del ajo con zanahorias, tomates, fresas y otras muchas plantas del huerto es posible y recomendable. Otra buena asociación es la de ajos y cebollas con lechugas, acelgas o remolachas, etc. ya que te ayudará a aprovechar el espacio: todos estos cultivos crecen horizontalmente y los ajos verticalmente (este es otro de los criterios que vimos en el post Asociación de cultivos para elegir las asociaciones de nuestro huerto).
Los únicos cultivos que no se asocian bien con el ajo son las leguminosas como las judías.
Riego necesario para los ajos
Es poco exigente, bastará con regarlo en primavera y principios de verano durante los periodos secos ya que este es el momento de formación del bulbo y es cuando más agua necesita.
Cuando las hojas empiecen a secarse no lo riegues para evitar que se pudra y para recogerlo lo menos húmedo posible.
Plagas y enfermedades del ajo
El ajo no suele tener muchos problemas con plagas y enfermedades (ya os dije que es fácil de cultivar y esta es una de las razones).
Se pueden ver afectados por algunos hongos como la podredumbre blanca de la cebolla, la roya o la botritis, pero si tienes un buen manejo y acciones preventivas contra los hongos del huerto no tendrás ningún problema. También la mosca de la cebolla, el gorgojo o los nematodos pueden afectarle pero no es algo muy común, de todas formas es mejor que estés prevenido.
Labores de cultivo
Conviene escardar de vez en cuando y dejar un suelo bien mullido para que el bulbo crezca sin dificultad y también para luchar contra las malas hierbas (debido a su pequeño tamaño, la competencia del ajo con las estas plantas puede ser un problema).
También hay una práctica muy extendida que es el pisado o atado del ajo: consiste en hacer un nudo con la parte aérea de la planta o pisarla aplastándola contra el suelo.
Esto se hace casi al final del cultivo para que el agua y los nutrientes no se desperdicien yendo hacia las hojas y se queden más concentradas en la parte de abajo, donde está el bulbo, que es lo que nos interesa.
Cosecha o recolección del ajo
A finales de primavera o en verano, cuando los ajos están listos, las hojas empezarán a secare se volverán amarillas. Cuando estén completamente secas puedes desenterrar los ajos (con ayuda de una pala si el suelo está muy compactado). Quita todas las raíces, la tierra y las hojas y extiéndelos en una bandeja para que se sequen bien antes de almacenarlos.
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 22/03/2019