3 Abonos verdes para el Huerto y para Frutales: Muy útiles
En este artículo hablaremos de los abonos verdes y de su importancia para el huerto y los frutales. Los abonos verdes son una solución muy ecológica y sostenible para mejorar la fertilidad de los suelos de una forma natural.
¿Qué es un abono verde?
Los abonos verdes son un tipo de abono o fertilizante para mejorar el sustrato. Como sabréis, abonar el suelo es añadir productos o materiales que contienen elementos con los que se nutren o “alimentan” las plantas para crecer, como nitrógeno, fósforo, potasio, calcio…
Fertilizar el suelo hace que la planta se desarrolle de manera adecuada, que sus frutos y partes aprovechables crezcan más y mejor, y que esté más fuerte y sana a la hora de superar plagas y enfermedades.
Hay muchas formas de enriquecer el suelo. Ya vimos algunas de ellas en el post “5 formas de abonar el huerto ecológico”, en el que os hablaba de materiales orgánicos que contienen estos nutrientes y que son alternativos a los fertilizantes químicos artificiales, los que compramos envasados. Uno de estos materiales fertilizantes ecológicos son los abonos verdes, una forma barata de abonar el terreno con materia orgánica.
Los abonos verdes son restos de plantas enterrados en el suelo que se descomponen dentro de él nutriéndolo poco a poco. Ya vimos que la materia orgánica, los restos de “algo vivo”, como el estiércol, el compost o el humus de lombriz o, en este caso, los abonos verdes, son materiales muy adecuados para fertilizar el suelo porque contienen nutrientes buenos para las plantas.
En el post “Abono verde para el huerto ecológico” os conté otros beneficios que tiene el cultivo de abonos verdes además de la nutrición de las plantas, y, por si os animáis a ello, los pasos a seguir a la hora de cultivar plantas como abono (cuándo sembrar, cuándo segarlas y enterrarlas…). Echadle un ojo!
Qué plantas usar como abonos verdes
Hay plantas que, por su alto contenido en nutrientes, por su tipo de crecimiento y/o por cómo se descomponen en el suelo una vez cortadas, son más adecuadas para usar como abonos verdes. Muchas de estas especies pertenecen a las familias de las crucíferas, las leguminosas o las gramíneas.
Ya os hablé de algunas de las más comunes en el post anterior, ahora vamos a hablar de 3 tipos de abonos verdes interesantes por alguna razón especial o para algún cultivo concreto, como los frutales.
1. Algarroba, un abono verde de invierno y adaptado a la sequía
La algarroba o Vicia monantha es resistente al frío por lo que se puede sembrar en otoño y enterrar a mediados de primavera. Así servirá de abono a los nuevos cultivos de primavera-verano que se sembrarán o trasplantarán unas semanas después.
Además, al tratarse de una leguminosa, esta planta fijará nitrógeno del aire en el suelo, por lo que mejorará mucho un suelo pobre o que esté «agotado» porque en él se hayan cultivado previamente cultivos exigentes como tomate, berenjena, patata…
2. Alfalfa, de raíces profundas, para mantener una buena estructura del suelo
Como el trébol o la algarroba, la alfalfa es una leguminosa que aportará nitrógeno extra al suelo. Las raíces son muy profundas, por lo que ayudará a descompactar el suelo y será capaz de captar nutrientes de capas profundas, que si no se desperdiciarían porque muchas de otras plantas no pueden llegar a ellos. Nutrientes que luego, cuando se corte y se entierre el abono verde, quedarán incorporados al suelo y estarán disponibles para las plantas del huerto.
Crece en la mayoría de los suelos y también es resistente a la sequía, por lo que puedes sembrarla en primavera intercalada con los cultivos y los frutales, pero también en otoño.
3. Abono verde de larga duración intercalado en frutales
De esta forma se protegerá el suelo de forma permanente. Para este caso, lo mejor es una mezcla de varias especies para crear el abono verde. Una de ellas deberá ser interesante por la aportación de nutrientes (leguminosa) y la otra por la aportación de materia orgánica o materia vegetal (gramíneas).
Algunos ejemplos:
- Veza + rábano forrajero
- Plantar leguminosas de porte bajo (como el trébol) intercaladas con gramíneas (maíz por ejemplo) una vez estas últimas estén un poco crecidas.
Hasta aquí el post de hoy, no os perdáis el siguiente: «Qué plantas cultivar en el huerto«, en el que hablo de muchas de las plantas, además de las típicas, que se pueden cultivar fácilmente y que son útiles para nosotros y también para mantener un huerto sano, incluidos los abonos verdes claro! Un saludo.
Revisado por: Prof. Dr. Luis Ruiz García el 27/04/2019